Cocktail celebración 75 cumpleaños

Tras las preparaciones, al final llegó el gran día, la lista de convocados fue de un total de 82 compañeros llegando a una asistencia final de 38. Del total de 82 compañeros contestaron 67.

Como novedad de la convocatoria se apuntaron Jose Maria Gil Casares, y Mariano Casado, al final Mariano Casado excuso su asistencia tras una operación en el tunel carpiano.

Perico Armada como siempre desde su destino en Sevilla nos dirigió un mensaje cariñoso. Roberto Ruiz, Santi Blanch excusaron su asistencia por enfermedad. Echamos en falta (sin ánimo de critica) la asistencia de Hugo O´Donnell, Yuyo Mazarrasa, Angel Serrano ( Se excuso por retraso en su actividad) y Pepe Gomez Navarro.

Con todos estos antecedentes la reunión se celebró con la modalidad de cocktail abierto en el Restaurante Jose Luis, Como podeis ver en el reportaje grafico, el ambiente fue muy agradable pues permitió el intercambio de comunicaciones entre todos los componentes del grupo.

Redacciones y comunicados.
Durante el transcurso de la celebración no fue posible realizar una serie de comunicados, y charlas, entre otras se sugirió la lectura o comunicación de algo relacionado con nuestras andaduras por el colegio.
Fiel a esta sugerencia Luis Javier Montoto prep de cualquier forma aro algo para el evento que al final no hubo lugar a exponer.
De cualquier forma aquí teneis lo que había preparado.....

LA REDACCIÓN

Esta mañana, en clase,  el Padre Maruri, nos ha encargado de nuevo, que escribamos una redacción para la próxima semana. Luego, él,  seleccionará la mejor para que la lea el autor en clase delante de los demás. Volviendo a casa, en el 16, voy pensando en ello. Hasta la última parada tengo tiempo para ver qué redacción escribir. Esta vez voy a hacerlo mejor que Aberasturi o que Antonio Biurrum, no me acuerdo bien quién de los dos ganó la vez anterior, Era una redacción sobre Fray Luis de León, recuerdo “ ¿ Y dejas Pastor santo tu grey en este valle hondo, oscuro, con soledad y llanto… “ La oda a la Ascensión. Me gustó oír la voz grave de Andrés o no sé si la contundente de Antonio al leerla en voz alta; ¡mira que no me acuerdo bien cuál de los dos era, pero esta vez les voy a ganar! Bueno, a Aberasturi quizá no, pero Biurrum… seguro que sí, vamos, sin la menor duda, aunque nunca podré superar las preguntas que un tipo callado y pensativo como Antonio, hacía en clase. Levantaba el dedo hacia arriba y mirando de frente soltaba un asunto que nos dejaba a todos descolocados; nadie nunca logró superarle en este tema. Bueno, lo primero que hay que hacer para la redacción es elegir un buen tema y buscar el texto, comentarlo, dando mi opinión, a ver qué se me ocurre, o buscar en casa algún libro donde vea cosas, opiniones de otros, algún comentario de un crítico, publicado en un libro, no en el periódico, y copiarlo sin más. No creo que nadie se diese cuenta. En un periódico quizá me pillen, pero en cualquier antología de textos seguro que encuentro algo y nadie se dará cuenta; cambio dos o tres frases y añado un par de ellas que vengan a cuento y… ya está. Lo del periódico quizá es más peligroso, pero es que hay muy buenas páginas de artículos o de críticas que me podría ayudar, ¡joder no sé que hacer! En casa nos traen el “Informaciones” por la noche y ABC por la mañana, y cuando mi padre los termina de leer, suelo cogerlo, me lo llevo al cuarto y paso un buen rato con los deportes, primero, y luego las páginas de cultura y letras. Especialmente me gusta leer lo que escribe Alfonso Sánchez sobre cine, las entrevistas de Marino Gómez Santos y los artículos de Josefina Carabias; alguno de Jesús de la Serna también; pero, bueno, me estoy yendo por las ramas , hay que hacer como estos dos compañeros, me da igual cuál de los dos sea; en la oda de Fray Luis el comentario era la tristeza por la Ascensión dejándonos solos a los demás, abandonados a nuestra suerte , “tristes y afligidos, de tal forma que ya no veríamos nada que no nos fuera enojoso, y en un mar turbado, no tendríamos norte que llevase nuestra nave al puerto, quedándonos el naufragio como última solución” Aberasturi o Biurrum, quién sea, criticaban al Jesús que nos había dejado, o ¿era solo el propio autor el que se quejaba?. En definitiva, lo mejor es que busque algún libro en casa y en tres días lo lea bien y escriba lo que a mí me parezca, va a ser lo mejor. Porque libros tengo, afortunadamente no nos faltan . De siempre mis padres fueron lectores; mi padre más historia y poesía, mi madre de novelas, de todo tipo, francesas e inglesas muchas, y los premios Nadal también. Podría sacar algo de ahí. O de los que nos han recomendado desde 4º curso para leer en los veranos. Nos daban una lista de 10 o 12 para elegir. En cuarto recuerdo tres principalmente, “El destino se llama Clotilde” con las inefables aventuras de Filimario Dublé, Septiembre Nort y Pio Pis, inolvidables protagonistas; “La perla” de J. Steimbeck, sobre las desgracias de un pobre pescador, en Méjico,  cuando la aparente fortuna se presenta en su puerta, y “El filo de la navaja”, inglesa, la novela no la navaja, de Somerset Maughan, para conocer lo que la vida nos tiene reservado y seguir el más fuerte impulso que sintamos. Luego, en los siguientes años, en 5º y 6º  lo vi venir, serán Van der Mers, “Cuerpos y almas”; Cesbron, “Los santos van al infierno”, y “El poder y la gloria” de Morrist West. En las últimas semanas por la noche me he enfrascado con “Los nuevos aristócratas” de Michel de Saint Pierre; el protagonista Denis Prullé-Rouseau, un chico de nuestra edad indaga en su mundo familiar burgués de París, si será cierta la posibilidad de que “el mundo pertenezca a los que intentan cambiarlo” según una frase oída en clase a su profesor de filosofía, el sr. Sauvageot. El autobús sigue avanzando camino de Moncloa, y todavía en Cuatro Caminos no tengo nada decidido. Y si me decidiera por dar juego a la fantasía. Esa que dicen que están presentando estos últimos días en Barcelona unos escritores sudamericanos, García Márquez y Vargas Llosa, aunque en realidad, para mí ha sido Torrente Ballester el que inició esa forma de escribir. Podría inventarme una historia, con mucha imaginación claro, en la que nuestro profe de literatura, El P. Sánchez Bravo, se sale de cura y es periodista corresponsal en alguna capital europea y nos desvelara los avatares por los que estuviera pasando un ministro inglés cuando es descubierta su amistad profunda con una señorita inglesa de largas piernas que le reía las gracias a un cierto encargado de negocios de la embajada comunista en Londres, y entre los tres , montasen otro negocio poco favorable a la estabilidad del gobierno de su majestad, la reina. Un buen tema, también se me ocurre, aunque pudiera parecer increíble, pero de eso se trata en el fondo, que parezca inverosímil, pero como decía la copla “en las cosas del querer, el protagonista es la imaginación”. Puestos a ello puede que un buen día, al caer la tarde para más detalles, nuestro inefable P. Rojas, gran profesor de geografía, se presentara en casa de.. , pues no sé, alguno de nosotros, por ejemplo de Caye Oliver, con una morena “colgante”, sí de esas que se te cuelgan al brazo y no te dejan ni a la de tres, y tras abrirles la puerta nuestro compañero le soltaran “venimos a ver el piso que usted vende, por si nos interesa”. ¡Hombre, yo creo que Caye debería aceptar la oferta, para facilitar esa nueva coyuntura de nuestro secularizado cura!  Me bajo del 16 y ya por la calle Princesa voy dándole forma a ese relato de la más pura fantasía literaria, estructurando el orden del relato , qué pongo aquí , qué pongo allá, para ganar, de una vez por todas, a Biurrum o Aberasturi, o Aberasturi o Biurrum , por el orden que sea, ya me da igual, aunque se que a Aberasturi va a ser imposible. Al entrar en la calle Rey Francisco enfilo el camino final a mi casa y veo delante de mí una melena que me suena. ¡ anda si es Pochola ¡ ajusto mis pasos para ni adelantarla ni perder la distancia, y ya al cruzar Martin de los Heros se vuelve y me sonríe diciendo: “¡hola! ¿Me acompañas a casa?” . Esto ya supera toda fantasía, toda posible imaginación y, ya sé, no tengo la más mínima duda de que voy a ser el ganador del concurso de este trimestre. Vuelvo a casa en una nube y subo las escaleras del portal y todas las demás, de dos en dos, hasta el cuarto piso, pensando que, bueno, si quedo segundo tras Aberasturi la cosa no está mal. Ya he tenido mi minuto de gloria un rato antes en la calle. Entro en casa imaginando, ¡quién sabe!, si dentro de unos sesenta años, en un encuentro de la promoción de Chamartín,  se le ocurriera, por ejemplo, a Mauro Herrero, crear un tiempo breve para recordar estas cosas escolares, con una mirada hacia atrás sin ningún asomo de ira.

                               Un abrazo para todos

Luis Javier Montoto Simón,  un jueves, 18 de enero de 2024